RUTA de VIAJE en COCHE por la BRETAÑA FRANCESA hasta el MONTE SAINT MICHEL (4 días)

En este POST os invito con esta ruta en coche por la Bretaña, a viajar por una región de castillos, leyendas, paisajes y costas de película, que es de las más bonitas que puedes encontrar en un viaje por FRANCIA.

Resumimos los pueblos más bonitos que ver y compartimos nuestra experiencia en un viaje que no os va a decepcionar

Vuelos: Para visitar la Bretaña tienes dos posibles ciudades de llegada, Rennes y Nantes.

Tienes vuelos desde España con las compañías:  Vueling, Air France, e Iberia, y anotad porque este año la compañía Volotea   a Nantes, y que es muy interesante por los precios ( y tiene el plus frente a Ryanair, que también admiten perritos pequeños en cabina). Nosotros volamos con esta compañía y estamos muy contentos con la atención.

Y aquí os dejo nuestra RUTA DE VIAJE DE CUATRO DIAS por LA BRETAÑA, con la información de restaurantes, paradas, hoteles y recomendaciones varias.

Esta ruta nos ha acompañado nuestro perrete Coco, por lo que es una ruta PETFRIENDLY y también perfecta para hacer con niños, con las puntualizaciones que haremos de cada lugar.

Día 1.- Nantes

Nantes, es una ciudad que merece un post completo. De verdad, ignorar todos aquellos blogs y reseñas que leáis que digan, que no merece la pena parar más que de paso un día.

Nosotros estuvimos un día, basándonos en esa información y de verdad que se nos quedo corta.

Una de plaza bonita de Nantes y el perro mirando a otro lado

Para definirla podría decirse que Nantes es la ciudad francesa donde lo moderno se disfraza para una fiesta de cumpleaños infantil, hasta llegar a lo surrealista o absurdo. Donde cualquier cosa es posible, como encontrarte un elefante que se mueve, o una linea verde fosfórico que recorre el centro histórico y que sólo hace falta seguirla para llegar a los lugares más emblemáticos.

Catedral de Nantes

Hay muchas guías de Nantes, así que simplemente una breve reseña de los más importante qué puedes hacer en Nantes:

  • Visitar la Oficina de Turismo, sí aquí es imperativo no sólo
  • Entrar al Castillo de Nantes que es gratuito, salvo alguna exposición temporal.
  • Ir a la Isla de la Maquinas
  • Las Gallerias Pasaje Pommeraye
  • Recorrer la linea verde que lleva a los puntos de interés del centro.
  • Callejear y cenar en un Bistrot con una copita de Bourdeaux.

Nos alojamos en Okko Hotels Nantes Chateau y no nos pudo gustar más. Bien situado al lado del castillo, y a un paso de los principales atractivos del centro histórico y también en una zona con mucho ambiente de bares y restaurantes para cenar por Nantes.

Más información en la web de Turismo de Nantes.

 

Día 2.-Rochefort en Terre- Auray-Vannes

ROCHEFORT en TERRE

Rochefort en Terre es una villa de parada obligatoria en un viaje por Bretaña, pues es uno de los pueblos más bonitos de Francia, y razones al que hizo dicha selección no le faltan.

Necesitaras un par de horas, para recorrerlo, porque es bastante pequeño, pero al final, si eres de los que viajan sin prisa, terminarás dedicándole una mañana, si gustas detenerte a rebuscar en las tiendas de artesanía,  galerías de arte, o simplemente quieres tomarte un crep de chocolate y un café en un lugar con encanto o quieres pasear y oler las flores de cada casa, de cada rincón sin reloj.

Paseando entre flores en un pueblo encantador. Rochefort.

Como huelen las flores, cierro los ojos y todavía puedo sentir el aroma. Y esas casas, son como un lienzo cargado de colores y de vida floral, a cada cual más bonita.

Dudo que a nosotros, que se nos pochan hasta las flores de plástico, nos dejaran vivir allí, o a lo mejor el Ayuntamiento se encarga de cuidar todo ese decorado que envuelve las casas y calles empedradas.

Mi recomendación es que vayáis pronto o a media tarde a partir de las 18.00, como es muy turístico las horas centrales del día está lleno de gente.

 

Tampoco hay mucho parking, porque es peatonal, es por eso, que en este caso, al que madruga, Dios seguro que le va a ayudar. Debes dejar el coche en un parking público antes de entrar al pueblo en sí.

Mucho mejor de lo que imaginaba. A veces estos lugares tan cursis me empalagan, pero Rochefort es lo que yo buscaría para una cita o sorpresa romántica.

 

AURAY

Te recomiendo aparcar cerca del puerto Saint Goustain, que tiene origen en el Siglo XV.

Hay muchas cafeterías y restaurantes cool en una de las orillas del río, que divide el pueblo.

Puente de arcos medieval que divide el puesto de Saint Gpustain

 

Encuentras mucho ambiente de terrazas, a un lado del río, y según cruzas el puente medieval de cuatro arcos, puedes recorrer un agradable paseo de zona verde hasta la desembocadura.

La Iglesia de Lourdes, el castillo fortaleza, son atractivos más que suficientes para dedicarle al menos tres horas.

Nosotros comimos aquí, y nos relajamos mucho allí. Hay varios sitios con menú de día que incluye pescado fresco muy rico y a precios razonables.

Postureo en Auray después de comer

Sin duda, una parada muy recomendable en la ruta por Bretaña, y en concreto por el Golfo de Morbihan

 

VANNES

En Vannes definitivamente no sólo debes parar a visitarlo, sino pernoctar una noche, pues en este viaje por Bretaña, es uno de los pueblos que más nos han gustado. Y sólo hay que echar un vistazo en Instagram, para hacerte una idea de que te hablo.

Es el punto de partida para recorrer la costa y playas del norte, y donde comenzó nuestro camino hacia el monte Saint Michel.

Postureo perretil en una de las plazas más bonitas de Vannes

Vannes tiene ambiente, un casco antiguo precioso lleno de casas de entramado de madera, tan típicas de Bretaña, y que nos recuerdan a las de Alsacia, aunque son más altas.

Pueblo pesquero, con playas y sobre todo vida festivalera.

Salir a cenar, es un espectáculo de mesas en la calle, incluso con música en directo tipo organillo.

Evitad las plazas principales más turísticas, donde vas a pagar la localización, más que la calidad de la comida.

Alojamiento: recomendamos nuestro alojamiento que reservamos a través de Booking, a un paso del centro, el Best Wester Plus Hotel Vannes Centre Ville. También lo recomendamos, aunque no probamos ni el desayuno ni la cena, encontramos parking relativamente fácil y fueron muy amables con nosotros y el perrete.

 

Día 3.- Vannes-Josselin-Dinan-Saint Malo-Mont Saint Michel

De Vannes hay muchas paradas apetecibles para conocer el llamado Golfo de Morbihan, en concreto yo me quedé con ganas de visitar las construcciones megalíticas de Carmac; y los pueblecitos pesqueros como Lorient, Quimper o Brest y playas de las Isla de Moohines y de Arz, o de la Isla de Gavrinis.

El día en que seamos los verdaderos dueños de nuestro tiempo, y podamos viajar sin prisas, significara que somos libres y no esclavos del sistema. Pero esa es otra cuestión no para tratar en este humilde Blog de Viajes.

La compañía www.compagnie-du-golfe.fr ofrece excursiones de un día para recorrer estas islas del Golfo desde el mar.

JOSSELIN

En este viaje tocaba seguir hacia la siguiente parada, que solo de mencionarla me produce escalofríos, ya que me atrevería decir que para mí ha sido el pueblo más bonito de Bretaña que hemos visitado, realmente durante todo el viaje mi corazón palpitó de ilusión, pero mi conexión con este pueblo fue especial.

Quizá tuvo algo que ver que la visita fuese en SÁBADO, y coincidiese con el día de mercado. Y lo que me gusta a mí un mercadito! y más cuando estoy de viaje. Creo que es una forma de conocer las costumbres y cultura del lugar, mezclarse con los lugareños el día de compra semanal y ver en que se basan sus rutinas, me sirve para aprender un poquito mejor de como son en su cotidianidad.

Puesto de Flores en el mercado de Josselin

Sábado de mercado en Josselin es un espectáculo de artesanos, panaderos, frutas, flores, y ropa envuelta en un escenario de casas de madera de colores, a cual más bonita.

El café que nos tomamos, en  una maravillosa cafetería amarilla, contemplando el ir y venir de bretones con sus bolsas haciendo la compra, me lo llevaré a mis últimos días como un instante de sencilla felicidad. No nos hace falta más.

Farmacia de Josselin

Paseamos, hicimos fotos, compramos (como anécdota creí comprar una cosa diferente y original adquiriendo un cinturón de cuerdas trenzadas de colores en uno de esos puestos, y resulta que después a lo largo del verano esos cinturones los he visto en Málaga, Tarragona y hasta en Grecia….intuyo que no lo hizo el señor que me lo vendió no lo tejió a mano, sino que llegó de un contenedor de China).

Hay un castillo al que no entramos al ir con perrete, que tenía un aire medieval, pero no puedo opinar, por fuera se veía bonito como el resto del pueblo.

Creo que las fotos hablan por sí solas.  No olvides parar en este lugar.

 

DINAN

Dinan fue nuestra siguiente parada en el mapa. Personalmente me gusto menos. Lugar bastante turístico, hasta el punto de que una vez se entra en la zona peatonal, hay juglares y titiriteros tocando y pidiendo monedas por su arte, entre casas de madera (preciosas) cafeterías, y recreaciones de lugares medievales.

Merece la pena parar y dar un paseo, y hacer alguna compra….

Casco antiguo de Dinan

¿Sabías que las latas de sardina en conserva pueden ser un atractivo souvenir? En Dinan tienes una tienda preciosa donde elegir las sardinas por colores y tamaños de lata. Luego da pena hasta abrirlas.

Aparcamos fuera de la zona peatonal. Hay que vigilar con la zona azul, que suele “descansar” , ser gratis, los mediodías. Pero hay que dejar el pago hecho por si acaso porque se puede llevar el coche la grúa.

 

SAINT-MALO

Aquí llegamos a eso de las 16:00 de la tarde y lo primero que apreciamos fue la dificultad en aparcar. A parte que no encontramos aparcamientos que no fueran de pago cerca de la parte amurallada, y el precio era elevado.

Es un laberinto con muchos parkings y pudiera parecer que al haber tantos, siempre habrá un hueco para tí, pero meeeeeec!! error.

De verdad, no ir en fin de semana, o ir muy pronto si vais en coche. Nosotros, haciendo gala de nuestra impaciencia, nos pasamos del listos, y quisimos llegar hasta el final del parking  más cercano, con la excusa de que hacía mucho calor, y no queríamos caminar mucho con el perro por eso de los golpes de calor. Como si esa idea sólo nos hubiera ocurrido a nosotros… tuvimos que estar a la espera de cola, mas de media hora, que fuera vaciándose el parking, porque las plazas libres entraban a goteo, conforme salía alguien.  “Pa habernos matao!”.

Casi nos comen los nervios con las ganas de salir a visitar todo lo que teníamos apuntado en el planning y nuestra aversión por las esperas en el coche.

Murallas de Saint Malo rodeadas de playas

Cuando por fin salimos, nada más cruzar la muralla tras caminar entre tiovivos y atracciones para niños, nos recibieron una hilera de las cafeterías llenas de gente, me sorprendió mucho en plena pandemia, que hubiera despedidas de soltero, y me recordó en el ambiente de las terrazas a Montecarlo, Mónaco. Porque amigui, esas terrazas tenían alcurnia y solera.

En Saint Malo hay nivel, digamos que es la hermana rica de la Bretaña. Sin haberme quedado más me atrevería a anunciar que por la noche cuando la situación lo permita habrá fiesta allí.

Hay muchas tiendas de souvenirs marineros, y chubasqueros de colores y rayas. Sospecho que debe llover bastante porque hay muchas tiendas de ropa para lluvia muy chulas.

Pero lo mejor de Saint Malo es su playa, al ras de la muralla, y con mareas, es posible caminar por las rocas. Si la marea está baja no cubre hasta la isla de Grand-Bé, una isla desierta donde se puede ver la tumba de un escritor muy famoso de Francia de cuyo nombre no me acuerdo. Es una verdadera delicia.

Isla de Grand Be en Saint Malo

El breve ratito que estuvimos, porque en este viaje que fue más de ruta y ver pueblos no disfrutamos de la playa y del lugar, como se merece.

El error de este viaje fue ir directos al Monte Saint Michel. Pues si el viaje lo volviéramos a hacer dormiría en Saint Malo esta noche, y descansaría el resto de tarde, en alguna tumbona de playa, viendo atardecer y caminando entre las callejuelas empedradas de esta fascinante ciudad portuaria. Ahora os explicó el porqué.

Día 4.- Monte SAINT MICHEL-PEROUGES y RENNES

Saint Michel

Saint Michel merece un post a parte. Hay lugares en el mundo, que tanto si te gusta viajar, o si no, te van a dejar sin palabras.

Justo está en el límite de la región de Normandía, donde empieza a recorrerse de norte a este, y que dejaremos para otra ocasión.

Para entrar al recinto del Monte Saint MIchel, o bien estas alojado dentro, como fue nuestro caso, o bien debes venir en autobús ya que no está permitida la entrada en el parque de coches particulares salvo que duermas.

Nos dimos el capricho de este viaje, que fue dormir en la “primera linea” del Monte Saint Michel, con ocasión del cumpleaños de Jordi. Llegamos justo antes del atardecer.

Vistas del Mont Saint Michel al atardecer

Y aquí hago nuestra reseña real del Hotel Relais Saint Michel, que es donde nosotros nos quedamos.

Los que nos seguís ya sabéis que cuando un pequeño lujo o capricho merece la pena pagarlo, lo recomendamos siempre a todas aquellas personas que se lo puedan permitir, pero aquí alojarse en el hotel a las faldas de Saint Michel, no merece la pena más allá de  tomarte una copa de vino al atardecer, con las vistas desde la terraza, que veis, y que igualmente lo vas a poder hacer desde la pasarela, que dicho sea de paso está muy bien, pero no vale los 250 euros que cuesta la noche.

Las habitaciones están desfasadas con moqueta de esa que huele a señor mayor, y a las 20:30 ya está cerrada la cocina. De milagro conseguimos que nos prepararan un plato con fiambre de este que se pone en los comedores de los colegios y dos copas de vino que según el menú, costaban a 12 euros la copa. Digo según el menú porque la suerte que tuvimos, es que es tal el desastre en la organización, que luego no nos lo pasaron la cuenta a la habitación, y por primera vez nos quedamos callados como PPPPPP (juro que siempre decimos todo lo que tomamos en el minibar) y no dijimos nada, porque en esa triste habitación de un hotel de 4 estrellas, por no haber no había ni agua, y ese plato sin alma de cuatro trozos de chopped, jamón York y queso, estaba más que cubierto con lo que habíamos pagado por la habitación-

Para que os hagáis una idea, llamas por teléfono y nadie te atiende en inglés, para preguntar cosas como llegar, horarios del desayuno, lo mismo en recepción donde la mitad de las veces no hay nadie disponible. Un desastre.

Ahora bien, el lugar donde te encuentras es tan brutalmente espectacular y mágico, que podría haberme encontrado las sábanas llenas de pelos ( por suerte no fue así y dormimos muy bien) y aun así no hubieran podido eclipsar ni amargar el momento.

Visitar el Monte Saint Michel es emocionarte, mientras un escalofrío recorre tu cuerpo, y avanzas hacía ese recinto amurallado, que esconde leyendas y cuentos de juglares, monjes, invasiones y guerras.

Saint Michel con perrete

Es uno de los lugares más turísticos de Francia después de París, y si eres de los que huyes de masificaciones, prepárate para madrugar y llegar antes de las 9, antes de que aparezcan los autobuses con las hordas de grupos organizados, o de contrario, tomate una tila y ármate de paciencia. Estos lugares únicos es obvio que no pueden ser visitados sin turistas.

Para entrar a la Abadía es imprescindible reservar la entrada con antelación y la hora exacta por internet en este link : La abadía del Mont Saint-Michel – Destino Mont Saint-Michel Normandía (ot-montsaintmichel.com)

También podéis contratar visita viada o audioguía.

Por el interior de la villa medieval pueden entrar perretes, pero no dentro de la Abadía.

Pasear por la muralla, tomarse un café, y hacer coincidir tu visita con la subida de mareas, conociendo la historia de este hermoso lugar es algo que no olvidarás nunca-.

Pasamos media mañana allí, con la promesa de volver, y salimos por patas cuando empezaron a llegar la masa de turistas capitaneados por guías que avanzaban con mocrófono y con banderitas en la mano.

Si queréis saber que cosas más se pueden hacer en Mont Saint Michel, aquí os dejo la página oficial :

Nuestra historia está contada – Destino Mont Saint-Michel Normandie (ot-montsaintmichel.com)

FOUGERES

En camino de vuelta en nuestro viaje por Bretaña, paramos en un pueblo super medieval, más pequeño que Dinan, pero de esos en los que te imaginas una película de caballeros y princesas. Imagina música de juglares de fondo.

Si bien, confieso que nuestra visita no fue una estancia idílica en un primer momento, pues llegamos tras una hora de coche con más hambre que el perro un ciego, intentando aparcar en un centro antiguo empedrado y peatonal, y a treinta grados con un perro caluroso y caprichoso. Sí mi perro es caprichoso. Las cosas hay que llamarlas por su nombre.

Así que nuestra primera media hora, la pasamos deambulando mareados por el rugido de las tripas, buscando un restaurante con terraza (covid) y que permitieran estar con perros

Paseo por los alrededores del Castillo de Fougeres dos guapos.

Que suerte la nuestra que encontramos la última mesa en uno a los pies del castillo medieval, uno de los más imponentes de Francia, donde pudimos saciar nuestra hambruna con las vistas del castillo y una cerveza Lancelot. Además tenían quinoa y otras cosas ricas.

Cuando terminamos de comer, ya de mejor humor, dimos un paseo por el alrededor del castillo (no entramos), por los jardines públicos que son una delicia, e hicimos fotos. Entramos a un mercadillo solidario, y finalmente nos fuimos porque seguía haciendo demasiado calor, pues aunque uno crea que en el Norte de Francia encontrará fresquito en verano, nosotros en julio encontramos una horrible ola de calor.

Ponemos rumbo al siguiente y último destino del viaje.

RENNES

Rennes es una ciudad alegre, y juvenil. Tiene universidad y es famosa por los intercambios Erasmus y sus fiestas y conciertos.

Así que todo el centro, es un desfile de bares, terrazas y restaurantes con música en la calle. La conocida como la calle de La Sed, (Rue Saint Michel) es conocida por ser la que mayor concentración de bares por metro cuadrado en Francia.

En el centro el recorrido a pie es muy sencillo, desde la Catedral De San Pedro, y llegar a la calle de la Psalette, donde fotografiar las casas de entramado de madera, algunas de más 500 años de antigüedad, como la casa Ticoz que data de 1.505 y es preciosa.

Mr.CoCo posando en la casa Ticoz de Rennes

Si tienes más tiempo, puedes descubrir un Rennes más moderno y visitar el Museo de Bellas Artes, o el Mercado La Criée Marche Central, o el Teatro Nacional.

Dormimos en el Apartahotel Adagio Access, recomendado por su cercanía con el centro, fácil aparcamiento alrededor y porque admiten perritos incluso en el desayuno.

Quiero decir que aunque Rennes nos gustó mucho en su ambientillo, de todos los lugares que visitamos más bien tranquilos, fue en el que vimos más pobreza y en algunas calles nos sentimos algo inseguros por la noche paseando, con gente raruna en un estado etílico o bajo efecto de sustancias no muy deseable. Suerte que llevábamos al bichón viajero para protegernos de todo mal.

Nos quedaron muchos pueblecitos por encanto por ver, pero si que puedo decir, que todos que están en esta lista, están más que recomendados.

Bretaña, y nuestra breve incursión a Normandía ha servido para quitarnos la espinita de viajar a Francia, en Road Trip, pues muchos fueron nuestras escapadas en el país galo, pero ningún viaje en coche, y puedo decir que es un viaje que debes de hacer una vez en tu vida. Nos ha flipado.

SI pandemia ha servido de algo es para valorar todos los lugares y países que tenemos cerca, y hacerle ojitos a Francia, aunque no nos den puntos en Eurovisión.

Nosotros no tenemos duda de que repetiremos y completaremos esta ruta, porque cuatro días son pocos, y nos faltaron muchas cosas por ver y hacer en Bretaña.

XoXo.

Pilar On board.

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3 comentarios

    • Hola Monica! que gusto teneros por aquí tantas veces que me han servido de inspiración vuestros viajes. Francia es más petfriendly que España ( no hace falta mucho) aunque tampoco es la panacea, tema restaurantes, nosotros como era verano siempre estuvimos en terrazas y no hubo ningún problema. Y a la Abadía no nos dejaron entrar con el perro, si que pueden entrar a la ciudad Amurallada pero no a la A Abadía, que tuvimos que entrar por partes, así que cuenta mínimo 45 minutos por visita ( yendo a toda leche). Lo mismo en los interiores de la mayoría de castillos e Iglesias. Es un viaje increíble a nosotros nos quedo mucho por ver y estoy deseando regresar
      Un abrazo!

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